domingo, 2 de agosto de 2015

El “Ojo del Sahara”


Se trata de una de las formaciones geológicas más impresionantes de la Tierra, conocida también como “Estructura de Richat”,  que pueden ser observadas desde el espacio.


Ésta rara estructura de 50 km de diámetro, con forma de ojo de buey se localiza en el desierto africano del Sahara Occidental (Mauritania).



Desde su descubrimiento en junio de 1965 por los tripulantes de la misión Gemini 4 de la NASA, su origen y formación ha estado cubierta por un halo de misterio.
 Durante décadas, su origen se asoció al impacto de un cuerpo procedente del espacio hace millones de años, teoría que fue rechazada debido a la ausencia de elementos típicos originados por la colisión de  asteroides.





Tras varios estudios (Dietz et al. 1969; Matton et al. 2005), se ha demostrado que es una formación geológica natural provocada por la erosión de un domo anticlinal durante millones de años, teoría que ha tenido una mayor aceptación por parte de la comunidad científica que sus predecesoras.



"Estructura domática anticlinal"

Su centro se encuentra formado por rocas de edad Proterozoica a Ordovícica (100 - 2.5 millones de años atrás), con carbonatos (calizas y dolomías) constituyendo un complejo magmático alcalino de edad Cretácica, donde la disolución y el colapso de materiales kársticos ha dado lugar a estructuras concéntricas rellenadas por basaltos y rocas volcánicas alcalinas. Se podría asemejar a una erupción volcánica que no llega a la superficie, y tras la cual los materiales superiores colapsan sobre la parten inferior.



Los principales procesos actuantes se relacionan con el metamorfismo hidrotermal que sufren los materiales debido a la circulación de fluidos a altas temperaturas, que alteran la composición mineral de los materiales que atraviesan durante largos períodos de tiempo.







"Brecha hidrotermal cementando los materiales"

Independientemente de su origen, la majestuosidad de las grandes formaciones pueden observarse hoy día sin movernos de casa debido a los avances y la disponibilidad de la información proporcionada por los satélites, una herramienta de gran utilidad que no debemos dejar escapar para poder conocer un poco mejor nuestro planeta.





·         Dietz et al. (1969). Richat and Semsiyat domes (Mauritania): not astroblemes.
·         Matton et al. (2005). Resolving the Richat enigma: Doming and hydrothermal karstification above an alkaline complex.Geology.

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